Estoy esperando a que vengan los 14 participantes de esta sesión, cuando ya me voy dando cuenta de que va a ser una clase especial.
Con la ayuda de los acompañantes de Asindown y del equipo de Populus, les vamos entregando las identificaciones y se van colocando en las colchonetas, casi tod@s tumbad@s.

En pocos minutos nos encontramos ya tod@s metid@s de lleno en la sesión de yoga, moviendo nuestro cuerpo, conscientes de nuestra respiración y con la atención y la intención puesta en el presente.
Cada vez se van sintiendo más cómod@s y se expresan con naturalidad. Durante la posición del guerrero 1 al pedirles que sientan como el corazón se abre, elevando las manos hacia el cielo, Laura (una alumna que tenía justo delante de mí), espontáneamente grita lo que siente hacia el cielo y después vari@s de sus compañer@s también le acompañan.